Ciudad Blanca / Hielo Liberia l La gran historia de Fabián y su madre Doña Digna Pichardo tiene todo para ser retratada en una película, ya que estos fanáticos a la institución aurinegra irradian amor por el club guanacasteco, que es la única pasión que tienen en el fútbol nacional.
Fabián es un chico de 13 años con rasgos de síndrome de down, que desde los 4 años de vida empezó a asistir con su mamá al Estadio Edgardo Baltodano Briceño, que es catalogado como su “lugar feliz” -según su madre- gracias a que su afecto por los coyotes es demasiado grande.
Teniendo a Raúl Vidal y Daniel Colindres como sus jugadores favoritos, este liberiano no se pierde ni un solo partido del plantel comandado por Minor Díaz. Con su camiseta bien puesta y hasta una bandera aurinegra, “Fabi” apoya en todo momento al equipo de sus amores.
Aunque Fabián no puede expresar nada verbalmente por su condición especial, eso no frena su pasión por el equipo, ya que por medio de señas y gestos faciales demuestra su enorme alegría por ser seguidor a la institución fundada en 1977.
A nivel familiar, un hermano mayor de Fabián lo intentó hacerlo seguidor a Liga Deportiva Alajuelense, pero nunca lo logró. Doña Digna señala que a su retoño le colocaban camisetas de los manudos y de Liberia, con el fin de que escogiera su favorita, y sin dudarlo, escogía siempre la camiseta de los coyotes
"Fabián ama el escudo de Liberia, le llama la atención y se emociona muchísimo cuándo ve el escudo, él sabe que es su equipo. Es bien inteligente y siempre tiene impecable su camiseta del club. Cuándo sabemos el día que juega el equipo, mi esposo don Rolando Vega y yo decidimos no decirle un día antes a Fabián, ya que se desespera, se alista y se coloca en la puerta para que lo traigamos al estadio. Entonces debemos explicarle para que se calme, es muy fiebre sin duda alguna", afirmó doña Digna Pichardo.
Para la mamá de Fabián tener una membresía del Municipal Liberia es un plus importante, ya que la misma le facilita todo el proceso de entrar al estadio cada vez que viene con su hijo. Un hermanastro del chico es quién le paga la misma para que así no se pierda ni un solo juego de los coyotes en casa.
"Nosotros tomamos la decisión de la membresía, desde el momento que veíamos las largas filas que se hacen en ocasiones para conseguir una entrada, eso hacía que Fabián se desesperara. Un hermano paterno de él es quién le paga las membresías. Él fue quién quiso hacerlo liguista en el pasado y ahora es quién ayuda a mi hijo, yo estoy muy agradecido con él por querer tanto a Fabi.
A mi hijo le gusta muchísimo ir a la gradería de sol. Para la familia es una alegría ser del Municipal Liberia, es algo inexplicable, una sensación de alegría y unión familiar, nos encontramos personas allegadas y conocidos, es algo realmente bonito. Aunque pierda o gane Liberia, tanto yo como mi hijo siempre estaremos apoyando, invito a los aficionados a adquirir su membresía, tienen muchas facilidades, vengan apoyar a Liberia y apoyar al equipo de nuestro cantón, es una dicha que tenemos acá, es el equipo que amamos, esperamos seguir disfrutando de esta pasión junto a mi hijo", afirmó con gran alegría doña Digna Pichardo.
Doña Digna relata que su hijo es un excelente estudiante y es muy obediente. En Municipal Liberia nos emociona muchísimo tener aficionados de gran valía como lo es Fabián Vega Pichardo, que en el Torneo de Clausura 2025 estará presente alentando a su equipo.
Plan de membresías / Costos (Venta única del 9 de diciembre al 17 de enero):
- Sol individual: 36 mil colones
- Sol familiar: 105 mil colones
- Sombra individual: 50 mil colones
- Sombra familiar: 145 mil colones
- Platea individual: 80 mil colones
- Platea familiar: 200 mil colones
Si usted desea unirse al plan de miembros acérquese al Edificio Aurinegro al frente del Estadio Edgardo Baltodano Briceño para que realice todo el papeleo y así poder formar parte de la familia más grande de Guanacaste.
Esta nota es traída gracias al patrocinio de Hielo Liberia, que tiene su sede en Barrio Moracia, específicamente 200 metros este y 150 metros norte del Colegio Nocturno (IPEC) de la Ciudad Blanca