Ciudad Blanca – Hay historias de vida que son dignas de retratar en una película o un documental, tal es el caso de Carlos Ramírez Saborío, un liberiano de sepa que da la vida por amor y pasión a la Liga Menor del Municipal Liberia, que tiene en él un activo muy valioso en el día a día.
Este vecino de Barrio Felipe Pérez de Liberia cumple el rol de coordinación en las categorías prospectos (U-12, U-13, U-14 y U-15) pero si lo necesitan necesitan a nivel de élites siempre está disponible para aportar su granito de arena, ya que asegura que su “vicio” es el fútbol.
Su profesión es asesor inmobiliario de la empresa ME Real Estate desde hace 12 años, pero desde el primer semestre del 2023 combina sus labores de bienes raíces con su pasión y amor la cantera aurinegra, donde tiene una excelente relación con Walter Chevez, Director de Liga Menor del Municipal Liberia.
Los papás de las promesas aurinegras le guardan un gran cariño y respeto a don Carlos, que no cobra ni un solo colón a la institución aurinegra, este guanacasteco siempre da la milla extra, ya que está viviendo algo que siempre anhelo; ayudar a jóvenes hacer deporte.
Con su característica humildad y con una gran emoción, Ramírez contó detalles de lo que representa para él formar parte de las Ligas Menores del conjunto pampero, que es el equipo que ama desde su niñez, por eso a sus 55 años de vida da la vida por ayudar a los canteranos aurinegros.
“Desde el primer semestre del 2023 empezó mi historia de amor con Municipal Liberia, mi hijo Santiago Ramírez empezó con la U-13 y desde ahí, empecé a ayudar a la liga menor, yo le digo a mi esposa que es como mi vicio (risas) ya que no tengo vicio, pero por así decirlo eso es el fútbol para mí. Poco a poco nos fuimos metiendo, a mí me gusta darle un granito de arena a los jóvenes y niños, los padres acuerpan a los chicos y eso es bonito, uno se convierte en ocasiones en un padre para los jóvenes, por eso siempre trato de darles buenos consejos. El deporte ayuda en muchos campos, da experiencia de vida y más cosas.
Yo siempre he sido amante al fútbol, mi intensión siempre es ayudar a los chicos, ellos tienen sueños profesionales y llegar a la primera división algún día, por eso yo siempre destaco en la Liga Menor del club hay mucha calidad. Yo le pido a los papás que nunca dejen de apoyar a los hijos, que siempre estén ahí con ellos, que no se retiren y que más bien, los apoyen en todo momento para impulsar el sueño de ellos, esto es un pasión y un sentimiento, uno lo hace por amor al deporte y amor a los chicos, acá se le da mucha oportunidad a la juventud, algo que no pasa en otras instituciones”, afirmó don Carlos Ramírez.
Su trabajo en bienes raíces no le impide seguir con su pasión en Ligas Menores del Municipal Liberia, por eso, don Carlos aprovechó para contar un poco de como hace para combinar sus labores a nivel profesional con su amor por la cantera del club pampero, así como hace para compartir con su esposa e hijos.
“Mi trabajo en bienes raíces es una bendición de Dios, yo no tengo horario de oficina y eso me facilita las cosas, yo acomodo mis clientes para que no me choque con mi colaboración con el equipo, todo ha ido bien y todo se ha acomodado. Es un verdadero sentimiento que tengo por este granito de arena que aporto a la liga menor del club, donde he tenido grandes anécdotas que han ayudado a mejorar como persona y como profesional. Yo siempre trato que todo salga de la mejor manera, siempre trato de dar la milla extra para que todo salga bien, muchos padres siempre han estado ahí y les agradezco a ellos.
No es un trabajo que yo hago solo, si no que tengo un grupo de colaboradores que siempre ayuda. Me encargo también de la logística de las ventas para Liga Menor, un grupo de padres siempre me dan su apoyo incondicional y todo eso es bonito. Es todo un tema, pero al final de cuentas, uno pone todo en manos de Dios y él se encarga de guiarnos, nos da la fuerza, actitud y unión.
A nivel familiar, mi esposa Alejandra Méndez, me ha tenido mucha paciencia en esto, ella ha sido muy importante en esto, a veces uno descuida cosas del hogar, pero la ventaja que mi hijo Santiago Ramírez está en la U-15 del club, así que ella me ayuda con él, así como en temas de coordinación o cúmulo de cosas que se me acumula en algunas ocasiones, con ella ya tengo 22 años de matrimonio, es mi soporte”, afirmó Ramírez.
Esa ardua labor de Ramírez y un grupo de padres ayudó para que las categorías prospectos estrenaran recientemente un uniforme nuevo de la marca Monarca. Con ventas de comida en el Estadio Edgardo Baltodano, rifas y con mucho esfuerzo, los chicos estrenaron nueva piel para así lucir impecables en sus partidos.
Es tanta la unión que ha forjado don Carlos con los padres, que gracias a un trabajo en conjunto han ayudado a jugadores de familias de escasos recursos a adquirir tacos nuevos y demás implementos, con el fin de que sigan con sus anhelos a nivel deportivo.
“Del 100% de los chicos que conforman prospectos, casi que un poco más del 95% uno los ve esforzándose, entrenando con todo y aunque algunos son difíciles con el tema de la disciplina, muchos tienen ese amor por el equipo, pasión por lo hacen, identidad y tienen arraigo por la institución, yo le digo a los chicos que siempre deben esforzarse al máximo, ya que tarde o temprano les llegará el premio que tanto anhelan en su vida”, afirmó Carlos Ramírez.
Ramírez no solo cumple con un gran trabajo en la cantera del Municipal Liberia, ya que además es comisario en los partidos del primer equipo aurinegro en la Liga Promerica, labor que describe como maravillosa e increíble, gracias a todo lo que ha tocado experimentar presenciando la acción a ras de cancha.
En Municipal Liberia agradecemos enormemente a don Carlos Ramírez por su formidable labor en las Ligas Menores del club. Su labor ayuda a engrandecer el nombre de nuestra institución, que siempre fomenta valores y una filosofía institucional en pro de ayudar a crecer a jóvenes de todos los rincones de Liberia y del resto de Guanacaste.
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